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Obras Completas de San Luis María Grignion de Montfort
pero si al Señor te abrieras,
tus males curar pudieras.
Dios, Dios, Dios, ¡virtud de mi Dios!
¡Oh dicha y gloria sinceras!
11. Ella es el secreto muy llano, 17º. Gana al prójimo
para enseñar al hermano, para Dios.
a Dios su vida orientar
y ser un perfume sin par,
que le apacigua e inflama
con una divina llama,
le habla con elocuencia
y con amor le sentencia.
Dios, Dios, Dios, ¡virtud de mi Dios!
¡A ti clamo con frecuencia!
12. Sin ella el predicador 18º. Sin ella un
sólo atruena al pecador, predicador predica
no lo cambia, lo anonada, inútilmente.
cree que no le falta nada;
más falta lo principal,
porque, en justicia, al final,
¿no terminará en fracaso
o hará andar sin dar un paso?
Dios, Dios, Dios, ¡virtud de mi Dios!
¡Pon tu casa en mi regazo!
13. Un hombre en verdad virtuoso, 19º. Hace a los
sea pobre o menesteroso, pequeños más
grandes que los
merece gloria mayor monarcas y
que todo un rey y doctor, los doctores.
en quien la virtud no impera,
si él tiene la verdadera;
Sin ella el mayor talento
es tan sólo brillo y viento.
Dios, Dios, Dios, ¡virtud de mi Dios!
¡Tú eres mi gloria y portento!
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