Page 2 - Carta a los hermanos Reconfigurandonos
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Queridos hermanos y hermanas en el Señor:
1. ¡El amor puro de Dios reine en nuestros corazones!
En el corazón de cada uno de nosotros los miembros de la
Compañía de María en Colombia…
En el de los laicos asociados…
En el de los pobres…
En el de tantos hombres y mujeres que hemos encontrado en
nuestras misiones…
En el de quienes vamos a encontrar en nuestro camino…
2. ¡Sí! ¡Que el amor puro de Dios reine en nuestros corazones!
Fue el anhelo más grande de Luis María de Montfort, el que lo
movió a “sacrificar gustoso su tiempo, su salud y hasta su vida
en provecho de los pobres..” (carta 6), el que movió a nuestros
hermanos mayores de Francia, Holanda y Colombia a dejar sus
tierras y sus proyectos personales de vida para seguir al Señor y
emprender la obra de evangelización a lo largo de 120 años como
misioneros en esta tierra, construyendo futuro. Es el mismo que
nos sigue moviendo a nosotros sus herederos a “correr riesgos
por Dios y por la humanidad en una fidelidad creativa”.
3. En estos últimos tiempos hemos sentido el llamado constante de
los laicos montfortianos de las diferentes regiones de Colombia
que nos piden acompañamiento en la preparación, realización
y vivencia de la Consagración Total a Jesús por María. El mismo
llamado que nos hacen numerosos obispos a acompañar y orien-
tar en sus diócesis a los diferentes grupos y movimientos ma-
rianos que ofrecen la Consagración Total, e incluso a coordinar
toda la dimensión mariana y misionera de sus jurisdicciones. El
mismo llamado de la Iglesia de América Latina en Aparecida a
formar verdaderos discípulos y misioneros del Señor…