Page 4 - Carta a los hermanos Reconfigurandonos
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7. Para los Misioneros de la Compañía de María el padre Mont-
fort fue enfático al explicitar lo que quería: “Es necesario que
dichos sacerdotes hayan sido llamados por Dios a la vida mi-
sionera, en pos de los apóstoles pobres. Y no a trabajar como
vicarios, dirigir parroquias, enseñar a la juventud o formar
sacerdotes en los seminarios, cosa que hacen muchos otros
buenos sacerdotes, llamados por Dios a estos santos oficios…”
(Regla Manuscrita Nº 2)
8. Sin embargo, a lo largo de nuestra historia,
por las necesidades de la Iglesia y por mu-
chos otros motivos valederos, los montfor-
El riesgo de tianos nos hemos dedicado por temporadas
y a veces por largo tiempo o como única
SER
lo que estamos misión a “trabajar como vicarios”, “dirigir
llamados a ser…
parroquias”, “enseñar a la juventud”, “for-
mar sacerdotes” y muchas otras cosas que
Montfort nos invitaba a evitar no porque
fuesen malas, sino porque las consideraba
“contrarias a la vocación apostólica”.
9. Nuestra vocación es la EVANGELIZACIÓN EXPLÍCITA, para
eso nos llamó el Señor, para eso nos convocó Montfort. Eso
lo tenemos claro en nuestras Constituciones: “Nuestra misión
en la Iglesia consiste en revelar el misterio de la salvación a
quienes no lo conocen y ayudar a descubrirlo de nuevo y pro-
fundizar en él a quienes ya han escuchado la Buena Noticia,
mediante una toma de conciencia renovada del sentido de su
compromiso bautismal”. (Montfortianos Hoy Nº 9). ¡Primer
anuncio (kerigma), Nueva evangelización y Renovación y vi-
vencia del bautismo!
10. Es el mismo camino del Evangelio que propone el Señor, el
proceso de evangelización del Nuevo Testamento: “Subió al
monte y llamó a los que él quiso; y vinieron donde él (Inicia-
ción). Instituyó Doce, para que estuvieran con él (Discipula-
do), y para enviarlos a predicar con poder de expulsar los de-
monios” (Apostolado). Marcos 3, 13-15.