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Obras Completas de San Luis María Grignion de Montfort
al trabajo catequético y al cuidado pastoral de los hombres
y mujeres, adolescentes y mayores, a quienes instruía y
guiaba en el seguimiento de Jesucristo. El estilo de sus
cánticos era directo y claro. Quería que la sencillez facilitara
la comprensión del mensaje cristiano y su memorización.
El P. Fradet, misionero monfortiano de Francia, gran
estudioso de los Cánticos, dice que Montfort aprovechaba
que los fieles sabían de memoria melodías de cantos
populares y “sobre tales aires, conocidos y repetidos en
la iglesia y a lo largo de los caminos o en las casas, el
misionero prolongará sus sermones, reeditará sus directivas.
Con ellos martillará, por así decirlo, en el espíritu de sus
contemporáneos, las más elevadas expresiones del dogma
y las más severas lecciones de la ascesis cristiana”.
El obispo de Luzón decía, en carta del 28 de diciembre de
1928 al P. Fradet, que el Padre de Montfort “sólo habla y
escribe para hacerse entender, jamás para hacerse admirar.
Cuando es necesario tampoco retrocede ante la palabra
popular; pero bajo la corteza de las expresiones más
populares siempre circula la doctrina bella y segura del
teólogo. Es para grabar en la memoria del pueblo cristiano
las lecciones divinas que el ingenioso predicador encierra
su enseñanza en vivas y cadenciosas estrofas que los fieles
cantarán a plena voz y con todo el corazón”.
Su objetivo es convertir, fortalecer, enseñar, llevar al
seguimiento de Jesucristo, Sabiduría eterna y encarnada, a
todas las almas rescatadas por la sangre divina. En el estilo de
la época, sirviéndose de expresiones populares, hace cantar
la fe sobre aires que el pueblo conoce, y la melodía graba
la doctrina en las inteligencias y los corazones. Dios y sus
beneficios, Jesús-Sabiduría divina, el Espíritu Santo, Padre de
las Luces, la Eucaristía, la Virgen María, la Cruz, las virtudes
teologales y morales, el cielo, el purgatorio, el infierno, el
clamor de los pobres, el respeto humano, los juegos de azar,
la danza y el baile, la comedia y los espectáculos, toda la vida
y toda la doctrina pasan por sus cánticos.
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