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↑ ÍNDICE
Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen
3. Por su grandeza excepcional
5 María es la excelente obra maestra del Altísimo, quien
se ha reservado para sí el conocimiento y posesión de Ella.
María es la Madre admirable del Hijo, quien tuvo a bien
humillarla y ocultarla durante su vida, para fomentar su
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humildad, llamándola mujer (ver Jn 2,4; 19,26) , como si se
tratara de una extraña, aunque en su corazón la apreciaba
y amaba más que a todos los ángeles y hombres. María
es la fuente sellada, en la que sólo puede entrar el Espíritu
Santo, cuya Esposa fiel es Ella. María es el santuario y
tabernáculo de la Santísima Trinidad, donde Dios mora
más magnífica y maravillosamente que en ningún otro
lugar del universo, sin exceptuar los querubines y serafines;
a ninguna creatura, por pura que sea, se le permite entrar
allí sin privilegio especial.
6 Digo con todos los santos que la excelsa María es el
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paraíso terrestre del nuevo Adán (Ver Gén 2,8) , quien se
encarnó en Él por obra del Espíritu Santo para realizar allí
maravillas incomprensibles. Ella es el sublime y divino
mundo de Dios, lleno de bellezas y tesoros inefables. Es la
magnificencia del Altísimo , quien ocultó allí, como en su
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seno, a su Unigénito, y con Él lo más excelente y precioso.
¡Oh! ¡Qué portentos y misterios ha ocultado Dios en esta
admirable creatura, como Ella misma se ve obligada
a confesarlo –no obstante su profunda humildad–: ¡El
Poderoso ha hecho obras grandes por mí! (Lc 1,49) El mundo
los desconoce, porque es incapaz e indigno de conocerlos.
4 Una visión más positiva y actual nos la ofrece el Documento de Puebla
al decirnos que “María es garantía de la grandeza femenina; muestra la
forma específica de ser mujer...” (No. 299). María, la mujer sabia (ver Lc
2,19.51), es la mujer de la salvación que puso toda su feminidad al servicio
de Cristo y de su obra salvadora (ver Gál 4,4-6; LG 56).
5 VD 18.248.261.
6 Ver VD 17.18.23-25.248.
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