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              Obras Completas de San Luis María Grignion de Montfort

                                  CAPÍTULO III


                     MARÍA EN LOS ÚLTIMOS TIEMPOS
                                DE LA IGLESIA



              1.   MARÍA Y LOS ÚLTIMOS TIEMPOS


              49   La salvación del mundo comenzó por medio de María,
              y por medio de Ella debe alcanzar su plenitud. María casi
              no se manifestó en la primera venida de Jesucristo, a fin
              de  que  los  hombres,  poco  instruidos  e  iluminados  aún
              acerca de la persona de su Hijo, no se alejaran de la verdad,
              aficionándose  demasiado  fuerte  e  imperfectamente  a  la
              Madre, como habría ocurrido seguramente si Ella hubiera
              sido conocida, a causa de los admirables encantos que el
              Altísimo le había concedido aun en su exterior. Tan cierto
              es esto, que San Dionisio Aeropagita escribe que, cuando
              la vio, la hubiera tomado por una divinidad, a causa de
              sus secretos encantos e incomparable belleza, si la fe -en la
              que se hallaba bien cimentado- no le hubiera enseñado lo
              contrario.

              Pero, en la segunda venida de Jesucristo, María tiene que
              ser conocida y puesta de manifiesto por el Espíritu Santo,
              a  fin  de  que  por  Ella  Jesucristo  sea  conocido,  amado  y
              servido.  Pues  ya  no  valen  los  motivos  que  movieron  al
              Espíritu Santo a ocultar a su Esposa durante su vida y
              manifestarla  sólo  parcialmente  desde  que  se  predica  el
              Evangelio.


              50   Dios quiere, pues, revelar y manifestar a María, la obra
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              maestra de sus manos, en estos últimos tiempos :
              1.    porque Ella se ocultó en este mundo y se colocó más
                  baja que el polvo por su profunda humildad, habiendo


              42  Ver LG 48-51.
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