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                                      Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen

                   En  una  gran  apertura  y  seguridad  de  espíritu,  el  santo
                   misionero afina su visión del misterio cristiano y acepta las
                   nuevas exigencias teológicas que enmarcan la humildad y
                   los privilegios de María en la grandeza absoluta de Dios y
                   en la única mediación de Cristo  que ilumina la verdadera
                   devoción mariana y condena las falsas devociones (Ver VD
                   61-62). “Al poner a la Madre de Cristo en relación con el
                   misterio trinitario, Montfort me ayudó a comprender que
                   la Virgen pertenece al plan de la salvación por voluntad
                   del Padre, como Madre del Verbo encarnado, que concibió
                   por obra del Espíritu Santo. Toda intervención de María en
                   la obra de regeneración de los fieles no está en competición
                   con  Cristo,  sino  que  deriva  de  él  y  está  a  su  servicio.
                   La  acción  que  María  realiza  en  el  plan  de  la  salvación
                   es  siempre  cristocéntrica,  es  decir,  hace  directamente
                   referencia a una mediación que se lleva a cabo en Cristo”.
                   Juan Pablo II.

                   Montfort  parte  pues  de  la  doctrina  de  la  Iglesia  acerca
                   de la devoción mariana; subraya su difusión y un mejor
                   conocimiento de María para que Cristo reine en el mundo;
                   resalta el plan de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, que
                   ha querido comenzar y culminar sus mayores obras por
                   medio  de  la  Santísima  Virgen,  y  concluye  que  por  la
                   función de María en el plan divino, la devoción mariana
                   es  necesaria  a  los  hombres  para  alcanzar  la  salvación”.
                   Al  presentar  la  verdadera  devoción  a  María,  San  Luis
                   María quiere llevarnos a abrazar la forma “mejor y más
                   santificadora” de vivir los compromisos cristianos por la
                   consagración de amor a Cristo por las manos maternales
                   de María. Todo tiene una eficacia superior de santificación
                   y se resume en obrar siempre por María, con María, en
                   María y para María.

                   Siguiendo  al  Papa  Francisco  en  su  Exhortación  sobre  el
                   llamado  a  la  santidad  en  el  mundo  actual  “Deja  que  la
                   gracia de tu Bautismo fructifique en un camino de santidad.


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