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              Obras Completas de San Luis María Grignion de Montfort

              comunica tanto más abundantemente cuanto más sitio hace
              el alma a su Esposa. Una de las razones de que el Espíritu
              Santo no realice ahora maravillas portentosas en las almas
              es  que  no  encuentra  en  ellas  una  unión  suficientemente
              estrecha con su fiel e indisoluble Esposa.

              Digo  “fiel  e  indisoluble  Esposa”  porque  desde  que  este
              Amor sustancial del Padre y del Hijo se desposó con María
              para  producir  a  Jesucristo,  Cabeza  de  los  elegidos,  y  a
              Jesucristo en los elegidos, jamás la ha repudiado, porque
              Ella se ha mantenido siempre fiel y fecunda.



              2.    CONSECUENCIAS

                  1. María es reina de los corazones


              37   De lo que acabo de decir se sigue evidentemente:

              En primer lugar,  que  María  ha  recibido  de  Dios  un  gran
              dominio  sobre  las  almas  de  los  elegidos.  Efectivamente,
              no  podría  fijar  en  ellos  su  morada,  como  el  Padre  le  ha
              ordenado, ni formarlos, alimentarlos, darlos a luz para la
              eternidad –como madre suya–, poseerlos como propiedad
              personal,  formarlos  en  Jesucristo  y  a  Jesucristo  en  ellos,
              echar en sus corazones las raíces de sus virtudes y ser la
              compañera indisoluble del Espíritu Santo para todas las
              obras de la gracia... No puede, repito, realizar todo esto
              si no tiene derecho ni dominio sobre las almas por gracia
              singular del Altísimo, que, habiéndole dado poder sobre
              su  Hijo  único  y  natural,  se  lo  ha  comunicado  también
              sobre sus hijos adoptivos no sólo en cuanto al cuerpo –lo
              cual sería poca cosa–, sino también en cuanto al alma.

              38   María es la Reina del cielo y de la tierra por gracia, como
              Cristo es Rey por naturaleza y por conquista. Ahora bien,
              así  como  el  reino  de  Jesucristo  consiste  principalmente
              en  el  corazón  o  interior  de  los  hombres,  según  estas
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