Page 357 - Obras_Completas_2da_Ed
P. 357

↑ ÍNDICE


              Obras Completas de San Luis María Grignion de Montfort

                          23
              y de la tierra , capitana de sus ejércitos, tesorera de sus
              riquezas, dispensadora de sus gracias, realizadora de sus
              portentos, reparadora del género humano, mediadora de
              los hombres, exterminadora de los enemigos de Dios y fiel
              compañera de su grandeza y de sus triunfos.


                 3.  Señal de fe autentica

              29   Dios Padre quiere formarse hijos por medio de María
              hasta la consumación del mundo, y le dice: Pon tu morada
              en Jacob (BenS 24,8); es decir, fija tu morada y residencia
              en mis hijos y predestinados, simbolizados por Jacob, y no
              en los hijos del demonio, los réprobos, simbolizados por
              Esaú.

              30   Así como en la generación natural y corporal concurren
              el padre y la madre, también en la generación sobrenatural
              y espiritual hay un Padre, que es Dios, y una Madre, que
              es María.

              Todos los verdaderos hijos de Dios y predestinados tienen
              a Dios por Padre y a María por Madre. Y quien no tenga a
              María por Madre, tampoco tiene a Dios por Padre (ver Rom
              8,15-17) . Por eso los réprobos –tales los herejes, cismáticos,
                     24
              etc., que odian o miran con desprecio o indiferencia a la
              Santísima Virgen– no tienen a Dios por Padre –aunque se
              jacten de ello–, porque no tiene a María por Madre. Que,
              si la tuviesen por tal, la amarían y honrarían, como un hijo
              bueno y verdadero ama y honra naturalmente a la madre
              que le dio la vida.


              La señal más infalible y segura para distinguir a un hereje,
              a  un  hombre  de  perversa  doctrina,  a  un  réprobo  de  un
              predestinado,  es  que  el  hereje  y  réprobo  no  tienen  sino

              23  Ver LG 59.
              24  El texto recuerda un pasaje de San Cipriano (De Unitate Ecclesiae 6: PL
                 4,519A): «Quien no tenga a la Iglesia por Madre, tampoco tiene a Dios
                 por Padre»
              358
   352   353   354   355   356   357   358   359   360   361   362