Page 2 - Carta Azul P Gonzalo Tabares
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                  A    todos los consagrados y consagradas a Jesús
                       por manos de María y aquellos y aquellas que
                  están siendo llamados a trasegar por este camino es-
                  piritual que nos ha legado San Luis María Grignion de
                  Montfort, saludo cordial, desde el “picacho rocoso”
                  de la Nueva Jerusalén.


                  E    l texto básico de este escrito fue leído el sába-
                       do 25 de mayo, Vísperas de la Solemnidad de la
                  Santísima Trinidad, en la Parroquia Nuestra Señora
                  del Carmen en Acacías, Meta con motivo del IV Con-
                  greso  Mariano  allí  realizado.  Varios  participantes
                  me pidieron copia del mismo y me comprometí a
                  enviárselos por correo. En posterior diálogo con el
                  p.  Provincial  Jaime  Cabrejo,  smm,  este  me  solicitó
                  “ajustarlo” para que sirviera a quienes abrasaran la
                  Consagración al “amabilísimo Jesús”  por medio de
                  María. Aquí está.

                  H    e querido acoger la pregunta que me sugirió el
                       p. Flower Mosquera, smm, para desarrollar la
                  corta conferencia, que me había pedido en el men-
                  cionado Congreso: “¿Cómo hacer vida la consagra-
                  ción?”. Estas son, algunas consideraciones sobre la
                  manera y el estilo, de llevar una vida cristiana acorde
                  con los compromisos adquiridos con la Consagración
                  a Jesús por manos de María.


                  P    or eso, esta misiva va dirigida a quiénes asiste
                       la firme convicción de tener un Dios que es Pa-
                  dre  amoroso,  “Miren  qué  amor tan  grande  nos ha
                  mostrado el Padre: que nos llamamos hijos de Dios y
                  realmente lo somos.” Jn 3,1, tierno, bondadoso, cari-
                  ñoso, misericordioso; creador, que ha entregado en
                  su libertad, “este mundo grande, inmenso y maravi-
                  lloso”, Plegaría Eucarística No. IV.  que trasciende el
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