Page 3 - Carta Azul P Gonzalo Tabares
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                  planeta y que se extiende hasta donde nadie ha lle-
                  gado. “¡Bendito se Dios, Padre de Nuestro Señor Je-
                  sucristo!, quien por medio de Cristo nos bendijo con
                  toda clase de bendiciones espirituales y celestiales.”
                  Ef 1,3. Él no vive cruzado de brazos mirando el su-
                  frimiento de los hombres y mujeres de este tiempo,
                  sino que está comprometido con la historia, con sus
                  luchas y sufrimientos, con la vida y quiere la realiza-
                  ción y plenitud de sus hijos amados; él es esperanza
                  en los momentos aciagos,  fuerza en la debilidad y
                  alegría en el corazón mismo de la tristeza.


                  S    í, estas palabras van dirigidas, a quienes han
                       aceptado el llamado de Jesús, “A continuación
                  fue recorriendo ciudades y pueblos proclamando la
                  Buena noticia del reino de Dios. Lo acompañaban los
                  Doce y algunas mujeres que había sanado de espíri-
                  tus inmundos y de enfermedades.” Lc 8,1-2, lo aman,
                  lo siguen, lo anuncian por fuera de sus círculos de
                  vida cotidiana y de su lugar de comodidad y los sos-
                  tiene la firme convicción de tener a Dios como Padre
                  quien en su hijo Jesucristo los ha hecho hermanos,
                  iguales en dignidad. Este Hijo predilecto Jesús, “Se
                  escuchó una voz del cielo que decía: -Este es mi Hijo
                  querido, mi predilecto.” Mt 3,17, el hombre, el pro-
                  feta de Nazareth y de todos los lugares, el amigo y
                  compañero de camino, el Señor, el Kyrios, el Dios de
                  la vida y de la esperanza, el triunfador de la muerte,
                  el primero de los resucitados y Señor del universo,
                  “Él es imagen del Dios invisible, primogénito de toda
                  la creación, pues por él fue creado todo, en el cielo y
                  en la tierra.” Col 15-1, está con la humanidad en sus
                  luchas de liberación, fortaleciendo la comunidad re-
                  unida y unida para celebrar.

                   ustedes, a quienes asiste el Amor del Padre Dios y
                  de su Hijo Jesucristo, el Santo Espíritu. Fuerza, dina-
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