Page 6 - Carta Azul P Gonzalo Tabares
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                  voluntad de Dios, porque eso es lo que quiere y man-
                  da María.


                  J    esús “Llamó a los que quiso para que estuvieran
                       con él y para enviarlos a predicar”. Mc 3,13-14.
                  Los dos elementos básicos del discipulado según el
                  evangelista Marcos: sentirse llamado, para estar con
                  Jesús y para anunciarlo. Realiza tu trasegar, siguien-
                  do el derrotero de este corto texto, dedicándole
                  tiempo a dos cosas fundamentales: Estar con Jesús,
                  que es estar con María y anunciar el Evangelio, la
                  buena Nueva de la liberación. Ora y evangeliza. Para
                  esto, organiza tu plan de vida espiritual y misionera
                  de la siguiente forma y manera, teniendo presente
                  que solo se alcanza con la constancia: “Danos, Señor,
                  la firme voluntad, compañera y sostén de la virtud,
                  que sabe en la fatiga hallar quietud y en medio de
                  las sombras claridad” Liturgia de las Horas, himno de
                  Nona.


                  T    eniendo en cuenta lo anterior y sí realmente
                       quieres vivir tu consagración en plenitud y ca-
                  balidad debes grabar, meditar, profundizar y releer
                  continuamente estas palabras claves: “Todo se resu-
                  me en obrar siempre: por María, con María, en María
                  y para María, a fin de obrar más perfectamente por
                  Jesucristo, con Jesucristo, en Jesucristo y para Jesu-
                  cristo.” VD 257. Ellas marcan el derrotero interno de
                  quien se consagra. Es el aspecto fundamental de la
                  vivencia de la consagración. Si no obras por, con en
                  y para María, no lograrás hacerlo por, con en y para
                  Jesucristo, en consecuencia, tu experiencia de con-
                  sagración, quedará vacía, llena de prácticas externas,
                  buenas de por sí, pero no te harán el discípulo acaba-
                  do de Jesús Sabiduría.
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