Page 5 - Carta Azul P Gonzalo Tabares
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                  ti mismo a Nuestra Señora y esto, no es otra cosa,
                  que renovar los compromisos de tu bautismo, tu sí
                  al Dios de la vida y la esperanza, en, “una entrega to-
                  tal a la Santísima Virgen, para pertenecer, por medio
                  de ella, totalmente a Jesucristo” VD 121, y ”un gran
                  aprecio de sus grandezas, en un reconocimiento sin-
                  cero de sus beneficios, en un celo inmenso por su
                  gloria, en una invocación continua de su ayuda, en
                  una total dependencia de su autoridad, en una fir-
                  me y tierna confianza en su bondad maternal” Ase
                  215.  Además,  “esta devoción nos consagra, al mis-
                  mo tiempo, a la Santísima Virgen y a Jesucristo, A la
                  Santísima Virgen, como al medio perfecto escogido
                  por Jesucristo para unirse a nosotros, y a nosotros
                  con Él. A nuestro Señor, como a nuestra meta final, a
                  quien debemos todo lo que somos, ya que es nues-
                  tro Dios y Redentor.” VD 125.

                  Q    uien se ha consagrado, se ha entregado total-
                       mente al servicio de Dios, buscando la instau-
                  ración del reino y su justicia; ha tomado la decisión
                  de  seguidor a Jesucristo radicalmente, siguiendo
                  sus huellas, haciendo suyo su proyecto; viviendo bajo
                  la protección de la tierna madre de Dios; buscando
                  la gloria de Dios por encima de todo; llegando a la
                  libertad plena, aquella que solo conocen los que vi-
                  ven auténticamente como hijos de Dios; haciéndose
                  servidor incondicional del hermano, especialmente
                  el más necesitado.


                  P    or eso, para permanecer y perseverar comienza
                       por organizar tu vida en torno a estas palabras
                  del Evangelio “Hagan lo que Él les diga”. Jn. 2,5. Ma-
                  ría, te conecta directamente con la voluntad de Dios,
                  con lo que Jesús quiere de ti y para ti. No hay pierde.
                  Tu vida de consagrado debe estar en armonía con la
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