Page 227 - Obras_Completas_2da_Ed
P. 227

↑ ÍNDICE


              Obras Completas de San Luis María Grignion de Montfort

              2.    CÓMO PEDIR LA SABIDURÍA


              185  1. Debes pedir la Sabiduría con fe viva y firme, sin
              titubear: Tienes que pedir con fe, sin titubear lo más mínimo
              (Sant  1,6),  pues  quien  tiene  una  fe  vacilante  no  debe
              esperar alcanzarla: No piense esa persona que va a recibir nada
                      120
              del Señor .
              186  2. Debes pedirla con  fe pura, sin apoyar la oración
              en consolaciones  sensibles, en visiones o revelaciones
              extraordinarias.

              Aunque esto pueda ser bueno y valedero –como lo fue para
              algunos santos–, no deja de ser peligroso apoyarse en ello.
              La fe es menos pura y meritoria cuanto más se fundamenta
              en estas gracias extraordinarias y sensibles.

              Razón más que suficiente para animarnos a pedirla al Señor
              con toda la fe y ardor posibles la constituye cuanto nos
              revela el Espíritu Santo acerca de la grandeza y hermosura
              de la Sabiduría, de los deseos que Dios tiene de dárnosla y
              de la necesidad que tenemos de poseerla.

              187  La fe pura es el principio y el fruto de la Sabiduría
              en el alma; a mayor fe corresponde mayor Sabiduría, y a
              mayor Sabiduría, mayor fe.


                                                   121
              El justo –o el sabio– no vive sino de la fe , sin ver, sentir,
              gustar ni vacilar. “Dios lo ha dicho o prometido”; éste es
              el fundamento de todas sus plegarias y acciones, aunque

              120 Sant 1,5-7. En su carta 15 a María Luisa de Jesús (mayo-abril de 1703:
                 BAC 93), escribe el P. de Montfort: “No, no cesaré nunca de pedir
                 este infinito tesoro. Y creo firmemente que lo alcanzaré. Aunque todos
                 los ángeles, los seres humanos y los demonios me digan lo contrario.
                 Pienso que tus plegarias son lo suficientemente eficaces... Aunque la
                 divina Sabiduría fuera imposible de lograr por los medios ordinarios de
                 la gracia -lo que no es cierto- resultaría posible de alcanzar gracias a la
                 fuerza con que la imploramos” (ver Carta 16, BAC, 93).
              121 Ver Hab 2,4; Rom 1,17; Gál 3,11; Heb 10,38. Sobre las visiones y gracias
                 extraordinarias, ver SM 68-69.
              228
   222   223   224   225   226   227   228   229   230   231   232