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↑ ÍNDICE


                                                             El Secreto de María


                       4.   Es practicar la caridad

                   39  Consagrarte así a la Santísima Virgen es practicar el
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                   amor fraterno, en el más alto grado . Porque consagrarte
                   totalmente  a  Ella  con  todo  cuanto  posees  es  entregarle
                   lo que más aprecias para que disponga de ello, según su
                                                                       47
                   voluntad, en favor de nuestros hermanos vivos y difuntos .

                       5.  Es asegurar nuestra perseverancia en el bien

                   40  Si vives tu consagración a María, aseguras tus gracias,
                   méritos y virtudes, constituyendo a María en depositaria
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                   tuya  y diciéndole:
                           “Acepta, querida Madre y Señora mía,
                          todo cuanto soy y todo lo bueno
                          que he podido hacer,
                          con la gracia de tu querido Hijo.
                           Soy incapaz de conservarlo,
                          dadas mi debilidad e inconstancia
                          y el gran número, malicia e insistencia
                          de mis enemigos espirituales.
                           Todos los días veo caer en el fango
                          a los cedros del Líbano
                          y a las águilas que volaban en torno al sol
                          convertirse en aves nocturnas.
                           Mil justos caen a mi izquierda,
                          diez mil a mi derecha (Sal 91[90],7)
                           ¡Conserva mis tesoros, que no me saqueen!
                          ¡Tenme de la mano, que no caiga!
                           ¡Defiéndeme que a ti me he consagrado!
                          Yo te conozco bien, y en ti confío
                          (1Tim 6,20; 2Tim 1,12);
                          eres la Virgen fiel a Dios y a los hombres,
                          y no dejas perder nada de cuanto se te confía;

                   46  VD 171-172.
                   47  En VD 132, Montfort contesta a unas cuantas objeciones sobre este punto.
                   48  Este número es el resumen del octavo motivo de VD 173-178.
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