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              Obras Completas de San Luis María Grignion de Montfort


                     tú eres poderosa, y nadie podrá hacerte daño
                     ni arrebatarte lo que posees.”


              San  Bernardo  expresa  todo  esto  con  estas  palabras:
              “Siguiéndola, no te extravías; implorándola, no pierdes la
              esperanza; pensando en ella, no yerras; si ella te sostiene,
              no caes; si te protege, no tienes que temer; si te guía, no te
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              cansarás; si te es propicia, llegas seguro al puerto” .
              Y Conrado de Sajonia lo confirma: “María aplaca la ira de
              su Hijo; no permite que el diablo te haga daño; conserva las
              virtudes para que no se te escapen; te guarda los méritos
              para  que  no  los  pierdas;  te  conserva  la  gracia  para  que
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              vivas en ella” .

              Esta  consagración  es  un  medio  seguro  para  conservar
              y  acrecentar  en  nosotros  la  gracia  de  Dios    ¡Y  este  solo
              motivo es más que suficiente para que optemos por ella
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              con entusiasmo !

                   6.  Es hallar la libertad de los hijos de Dios

              41    Esta  consagración  nos  libera  verdaderamente,  al
              darnos  la  libertad  de  los  hijos  de  Dios  (Rom  8,21).
              María  recompensa  a  quien  por  amor  se  consagra  a  Ella
              totalmente,  ensanchándole  y  dilatándole  el  corazón  y
              haciéndole caminar a pasos agigantados por el camino de
              los mandamientos divinos (Ver Sal 119 [118],6). Ahuyenta
              el disgusto, la tristeza y los escrúpulos. El Señor mismo
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              enseñó esta consagración a la Madre Inés de Jesús , muerta
              en  olor  de  santidad,  como  medio  seguro  para  liberarse

              49  San Bernardo, Hom. 2 super “Missus est” n.17:  PL 182,71A; ver VD
                 174.
              50  Este texto se encuentra en Speculum B.M.V. lect. 7 & 6 (ver VD 174), antes
                 en las obras de San Buenaventura, hoy  considerado como de Conrado
                 de Sajonia.
              51  El texto orginal dice: “para que respiremos fuego y llamas por ella”.
              52  Inés de Jesús (1602-1634), priora de las Dominicas del convento de Santa
                 Catalina de Langeac (ver VD 170).
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