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              Obras Completas de San Luis María Grignion de Montfort

              62    Por  tanto,  si  establecemos  la  sólida  devoción  a  la
              Santísima Virgen, es sólo para establecer más perfectamente
              la  de  Jesucristo  y  ofrecer  un  medio  fácil  y  seguro  para
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              encontrar al Señor . Si la devoción a la Santísima Virgen
              apartase de Jesucristo, habría que rechazarla como ilusión
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              diabólica. Pero –como ya lo he demostrado – e insistiré en
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              ello más adelante , sucede todo lo contrario. Esta devoción
              nos  es  necesaria  para  hallar  perfectamente  a  Jesucristo,
              amarlo con ternura y servirlo con fidelidad.

              63   Me dirijo a ti por un momento, amabilísimo Jesús mío,
              para  quejarme  amorosamente  ante  tu  divina  Majestad
              de  que  la  mayor  parte  de  los  cristianos,  aun  los  más
              instruidos, ignoran la unión necesaria que existe entre ti
              y tu Madre santísima. Tú, Señor, estás siempre con María,
              y  María  está  siempre  contigo  y  no  puede  existir  sin  ti;
              de lo contrario, dejaría de ser lo que es. María está de tal
              manera transformada en ti por la gracia, que Ella ya no
              vive ni es nada; sólo tú, Jesús mío, vives y reinas en Ella
              más perfectamente que en todos los ángeles y santos.

              ¡Ah!  ¡Si  se  conociera  la  gloria  y  el  amor  que  recibes  en
              esta creatura admirable, se tendrían hacia ti y hacia Ella
              sentimientos muy diferentes de los que ahora se tienen!
              Ella se halla tan íntimamente unida a ti, que sería más fácil
              separar la luz del sol, el calor del fuego; más aún, sería
              más fácil separar de ti a todos los ángeles y santos que a
              la  divina  María,  porque  Ella  te  ama  más  ardientemente
              y te glorifica con mayor perfección que todas las demás
              creaturas juntas.

              64   ¿No será, pues, extraño y lamentable, amable Maestro
              mío, el ver la ignorancia y oscuridad de todos los hombres
              respecto  a  tu  santísima  Madre?  No  hablo  tanto  de  los
              idólatras y paganos: no conociéndote a ti, tampoco a Ella

              52  Ver MC 25; LG 66.
              53  Ver VD 24.31-33.50.
              54  VD 75.83-86.120.152-168...
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