Page 64 - Obras_Completas_2da_Ed
P. 64
↑ ÍNDICE
Cartas
misiones monfortianas, Hijas de la Sabiduría... Entre las
múltiples reflexiones que suscita esta correspondencia, la
de más interés e importancia es quizá la que resalta la línea
constante y perfecta de la trayectoria espiritual de Luis
María Grignion de Montfort. Su actitud se podría expresar
así: toda la vida de Luis María fue marcada y guiada por el
amor de la Sabiduría eterna y encarnada, Jesucristo, Hijo
único de Dios en la eternidad, Hijo único de María en el
tiempo de la Encarnación.
En su carne Luis María experimentó la sabiduría del
“lenguaje de la cruz”: 1Co 1,18; y se dedicó a ignorarlo todo
excepto a Jesucristo crucificado: 1Co 2,2. El amor de Dios,
“Dios Sólo” ilumina y dirige su vida y su camino. Cada vez
más le fascina la divina Sabiduría. Lo seduce a seguir los
caminos que conducen al Calvario dejando entrever ya y
vivir los esplendores de la aurora en espera de la luz y de la
gloria. Las humillaciones más punzantes, las más amargas
persecuciones purifican su amor y hacen irradiar su gozo.
Vuelve a vivir la experiencia de San Pablo con quien dice:
“Me siento lleno de consuelo. Reboso de alegría en medio de todas
mis penalidades” 2Co 7,4. “Con Cristo estoy crucificado, y ya no
vivo yo, vive en mí Cristo” Ga 2,19-20.
La correspondencia de San Luis María es el espejo de su
alma y de su vida y lo proyecta como un testigo ardiente
del Amor. Esta perspectiva espiritual atraviesa toda su vida,
compromete toda su acción misionera y proyecta toda su
visión de guía, testigo y doctor de la Iglesia que sirvió él y
seguirán sirviendo los discípulos de Jesucristo suscitados
por el dinamismo de la Sabiduría divina encarnada
ininterrumpidamente en el tiempo.
Su pensamiento es la expresión de su experiencia de Dios
comunicada a través de sus Cartas y de todos sus escritos.
Cada página de las Obras Completas es un segmento de la
línea proyectada a lo largo de su vida y continuada a través
de la Compañía de María, de la familia monfortiana y de
65