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Obras Completas de San Luis María Grignion de Montfort
del mundo” y a los “sabios mundanos”. Porque Luis María
vivió en París ocho años en la época de Luis XIV, el Rey Sol,
en la parroquia de San Sulpicio, en el sector donde tenían
sus palacios los Señores de la corte y los grandes del reino.
Entre ellos el desconocimiento de la religión y el olvido de
Jesucristo eran generalizados.
Montfort encontró muchas veces a los grandes que se
ufanaban de ser los sabios del siglo de las luces. Para cambiar
la sociedad se propone cambiar su cabeza. Al dirigirse a los
pecadores no puede excluir la categoría de los grandes. “Su
influencia es preponderante para el bien o para el mal. Es
obra eminentemente útil llevarlos a un comportamiento más
moral. Los hombres de condición más humilde aceptarán
con mayor voluntad las lecciones que osamos hacer oír a
los reyes”.
En síntesis, El Amor de la Sabiduría Eterna y toda la
espiritualidad que vivió Montfort y transmite en su obra
con ardor apostólico es cristocéntrica. Cristo es quien da a
conocer en su plenitud el misterio de Dios, que Montfort presenta
en cinco aspectos, en sintonía con la revelación bíblica:
1. Cristo Sabiduría encarnada como persona que “une
en sí la plenitud de la divinidad y de la humanidad...
compendio de las obras de Dios y síntesis de su propia
perfección y de la perfección de todas las criaturas. El
tema de “tesoro infinito para los hombres” estimula
el comportamiento humano de búsqueda, decisión,
amistad íntima, oblación esponsalicia (ASE 30).
2. Cristo como “Palabra” reveladora y transformadora: “La
divina Sabiduría es persona en la eternidad y el tiempo;
por su Palabra todo ha sido hecho y restaurado”. Ha
venido del cielo “para enseñarnos los secretos de Dios,
por eso necesitamos creer y observar los oráculos de la
Sabiduría encarnada para ser salvados”: (ASE 133-153).
3. Cristo, semejante en todo a los hombres, menos en
el pecado, dependiente incluso de una creatura en
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