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              Obras Completas de San Luis María Grignion de Montfort

              melancolía, los escrúpulos y la cobardía. Lo que no quiere
              decir que no caigas algunas veces ni experimentes cambios
              en tu devoción sensible. Pero, si caes, te levantarás tendiendo
              la  mano  a  tu  bondadosa  Madre;  si  pierdes  el  gusto  y  la
              devoción  sensibles,  no  te  acongojarás  por  ello.  Porque  el
              justo y fiel devoto de María vive de la fe de Jesús y de María
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              y no de los sentimientos corporales (ver Heb 10,34) .

              5.     DEVOCIÓN DESINTERESADA


              110  Quinto,  por  último,  la  verdadera  devoción  a  la
              Santísima Virgen es desinteresada. Es decir, te inspirará no
              buscarte a ti mismo, sino sólo a Dios en su santísima Madre.
              El  verdadero  devoto  de  María  no  sirve  a  esta  augusta
              Reina por espíritu de lucro o interés ni por su propio bien
              temporal o eterno, corporal o espiritual, sino únicamente
              porque Ella merece ser servida y sólo Dios en Ella. Ama
              a María, pero no precisamente por los favores que recibe
              o espera recibir de Ella, sino porque Ella es amable. Por
              eso  la  ama  con  la  misma  fidelidad  en  los  sinsabores  y
              sequedades que en las dulzuras y fervores sensibles. La
              ama lo mismo en el Calvario que en las bodas de Caná.

              ¡Ah! ¡Cuán agradable y precioso es delante de Dios y de
              su santísima Madre el devoto de María que no se busca
              a sí mismo en los servicios que le presta! Pero ¡qué pocos
              hay así! Para que no sea tan reducido ese número, estoy
              escribiendo lo que durante tantos años he enseñado en mis
              misiones pública y privadamente con no escaso fruto.


              111   Muchas cosas he dicho ya de la Santísima Virgen.
              Muchas más tengo que decir. E infinitamente más serán
              las que omita, ya por ignorancia, ya por falta de talento o
              tiempo. Cuanto digo responde al propósito que tengo de
              hacer de ti un verdadero devoto de María y un auténtico
              discípulo de Jesucristo.

              80  Ver VD 214.
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