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El Secreto Admirable del Santísimo Rosario
QUINTA DECENA
CÓMO REZAR EL ROSARIO
CUADRAGESIMOPRIMERA ROSA
Pureza de alma.
116 El fervor de nuestra plegaria y no precisamente su
longitud agrada a Dios y le gana el corazón. Una sola
Avemaría bien dicha es más meritoria que ciento cincuenta
mal dichas. Casi todos los católicos rezan el Rosario o al
menos una tercera parte del mismo o algunas decenas de
Avemarías. ¿Por qué, entonces, hay tan pocas personas
que se corrigen de sus pecados y adelantan de veras en la
virtud? ¡Porque no rezan como se debe!
117 Veamos, pues, cómo se debe rezar el Rosario para
agradar a Dios y hacernos santos.
1. Quien reza el Rosario debe hallarse en estado de gracia
o estar al menos resuelto a salir del pecado. Efectivamente,
la teología nos enseña que las buenas obras y plegarias
realizadas en pecado mortal, son obras muertas que no
logran agradar a Dios ni merecer la vida eterna. En este
sentido dice la Escritura: No corresponde a los pecadores
alabar (BenS 15,9).
Ni la alabanza ni la salutación angélica, ni la misma oración
de Jesucristo pueden agradar a Dios cuando salen de la
boca de un pecador impenitente: Este pueblo me honra con
sus labios, pero su corazón está lejos de mí (Mc 7,6).
Esas personas que ingresan en mis cofradías –dice
Jesucristo– que recitan todos los días el Rosario o parte de
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