Page 99 - Obras_Completas_2da_Ed
P. 99

↑ ÍNDICE


              Obras Completas de San Luis María Grignion de Montfort


              sacrifican su alma. En una palabra: todos los días muere
              viviendo y vive muriendo.


              Haz cuanto te manden en esa casa.
              Todo tuyo.
                                                       De Montfort.

                                        19
                        A sor Catalina de San Bernardo
                        París, a mediados de marzo de 1704.

              Guyonne-Jeanne y sus dos compañeras de noviciado fueron
              aceptadas a su profesión hecha el 2 de febrero de 1704. Luis María
              le habla del sentido de la vida consagrada que la hace reparadora
              de las faltas e imperfecciones de los ministros del altar y en primer
              lugar de quien es su hermano, por derecho de sangre y caridad.

              Querida víctima en Jesucristo: ¡el amor puro de Dios reine
              en nuestros corazones!

              No puedo agradecer lo suficiente al Dios de bondad el
              haberte  convertido  en  víctima  perfecta  de  Jesucristo,
              enamorada del Santísimo Sacramento y suplemento de
              tantos cristianos y sacerdotes infieles.

              ¡Qué honor para tu cuerpo el ser inmolado sobrenaturalmente
              durante una hora en adoración ante el Santísimo! ¡Qué
              honor para tu alma el hacer en esta tierra, sin gusto, sin
              conocimiento, sin la luz de la gloria, en la sola oscuridad
              de la fe, cuanto hacen en el cielo los ángeles y santos con
              tanta complacencia y claridad! ¡Cuánta gloria da al Señor
              en este mundo una fiel adoratriz! Pero ¡qué raro es hallarla!
              Porque todos, incluso los más espirituales, ansían gustar y
              ver. De lo contrario, se hastían y entibian. Y, sin embargo,
              sola fides sufficit: ¡basta la fe!

              En fin, hija fiel del Santísimo Sacramento, ¡qué provecho, qué
              riqueza y qué placer los tuyos cuando te encuentras a los
              100
   94   95   96   97   98   99   100   101   102   103   104