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              Obras Completas de San Luis María Grignion de Montfort


              Comparte su desprendimiento total con la comunidad
              del Calvario del Monte Valeriano y pasa sus horas más
              apreciadas de oración y desapego bajo la escalera  de un
              refugio de la calle Pot-de-Fer, cerca de San Sulpicio. Allí
              medita intensamente y escribe cartas que reflejan su plena
              experiencia de la cruz y prepara sermones y conferencias.
              Cerca de allí está la biblioteca de los Padres Jesuitas en la
              cual encuentra Luis María  las obras de los autores que
              más le sirvieron  en la redacción del Amor de la Sabiduría
              eterna: Saint-Jure, F. Nepveu, Boudon, Jacques Nouet y
              Bonnefons. Quizá también la traducción de la Biblia de
              Le Maistre de Sacy. Por la misma época su amigo Poullart
              des Places organizaba el seminario del Espíritu Santo que
              tanto interesaba a Luis María. Invitado a dar conferencias
              a los seminaristas les habló del desprendimiento y entrega
              total a la divina Sabiduría. Esta es la esencia del Amor de
              la Sabiduría eterna. Con estilo de conferencista espiritual,
              desarrolló la materia en forma escolástica, sin que la división
              en capítulos y temas sea muy precisa ni proporcionada.
              Se podría pensar que el Amor de la Sabiduría eterna es el
              resultado de las conferencias a los seminaristas del Espíritu
              Santo en quienes Montfort veía los futuros colaboradores
              de sus misiones y por eso quería ofrecerles  una formación
              sólida y adaptada. Su composición más probable se sitúa
              pues, entre 1703 y 1704.



                           OBJETIVO DE LA OBRA

              Obra de Juventud, El Amor de la Sabiduría Eterna manifiesta,
              publica y proclama lo que, para el joven Grignion es ya una
              experiencia sublime  de unión a Jesús, Sabiduría eterna
              y encarnada. Esta experiencia excitante llevará al Señor
              Leschassier, su director de conciencia, a pedirle “poco
              antes o después  de su ordenación”, escribir sobre el tema
              de la unión con Jesucristo. Es una experiencia vivificante
              que  seguirá  enriqueciéndose  sin  cesar  hasta  la  última
              predicación sobre la dulzura de Jesús   tras la cual dirá Luis
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