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Obras Completas de San Luis María Grignion de Montfort

En 1971 los Monfortianos celebraron 100 Años de presencia
misionera en Haití. Igual hicieron los misioneros de Canadá
en 1983 y los de Estados Unidos y Colombia en el año 2003.
A ello se sumaron en el siglo XX las aperturas misioneras
en Perú, Argentina, Brasil, Las Islas Bahamas, Nicaragua y
Ecuador. En los mismos países, las Hijas de La Sabiduría
refuerzan el compromiso misionero de la Compañía de
María y, en algunos, los Hermanos de San Gabriel aseguran
la presencia global de la familia monfortiana. Como hecho
histórico, el primero en llegar a todas partes ha sido el
fundador y padre de toda la familia: Luis María Grignion de
Montfort. Su presencia ha sido pionera en las Américas y el
Caribe a través de sus escritos, de su testimonio misionero
y de la proyección dinámica de su experiencia espiritual.
Su influencia ha sido amplia y profunda en la formación
de los seminarios diocesanos, de la vida consagrada y de
movimientos apostólicos, entre ellos la Legión de María
y varios grupos más recientes de hombres y mujeres que
viven la espiritualidad monfortiana y comparten la misión
de familia.

En el último cuarto del Siglo XX el mejor testigo e impulsor
de la dimensión eclesial de Montfort ha sido el Papa Juan
Pablo II, cuya vida espiritual y apostólica se enriqueció
con la consagración monfortiana a Jesucristo por María,
“Totus tuus”, como lo manifestó varias veces en sus escritos
y entrevistas, hasta declarar, con mucha alegría para la
familia monfortiana: “Yo también soy monfortiano”. Como
dijo el Cardenal Ratzinger en la homilía con ocasión de los
funerales de Juan Pablo II: “Ha escuchado las palabras del
Señor crucificado como dichas a él personalmente: ¡Aquí
tienes a tu madre!. Y, como el discípulo predilecto, la ha
acogido en lo íntimo de su ser (Jn 19, 27): Totus tuus. Y de
la madre ha aprendido a conformarse con Cristo”.

P. Aurelio Rozo Gutiérrez, SMM (†)

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