Page 451 - Obras_Completas_2da_Ed
P. 451

↑ ÍNDICE


              Obras Completas de San Luis María Grignion de Montfort

              por  manos  de  María,  que  aquí  les  enseñamos,  para  que
              testifiquen a Jesús y a María un amor intrépido y efectivo?
              Los réprobos protestan muchas veces que aman a Jesús,
              que aman y honran a María, pero no lo demuestran con la
              entrega de sí mismos (Prov 3,9), ni llegan a inmolarles el
              cuerpo y el alma con sus pasiones, como los predestinados.


              198   3° Estos viven sumisos y obedientes a la Santísima
              Virgen como a su cariñosa Madre, a ejemplo de Jesucristo,
              quien  de  treinta  y  tres  años  que  vivió  sobre  la  tierra,
              empleó  treinta  en  glorificar  a  Dios,  su  Padre,  mediante
              una  perfecta  y  total  sumisión  a  su  santísima  Madre.  La
              obedecen,  siguiendo  exactamente  sus  consejos,  como  el
              humilde Jacob los de Rebeca cuando le dijo: Escucha lo que
              te digo (Gén 27,8), o como la Santísima Virgen: Hagan lo que
              Él les diga (Jn 2,5).


              Jacob, por haber obedecido a su madre, recibió –como de
              milagro–  la  bendición,  aunque,  naturalmente,  no  podía
              recibirla. Los servidores de las bodas de Caná, por haber
              seguido el consejo de la Santísima Virgen, fueron honrados
              con el primer milagro de Jesucristo, que convirtió el agua
              en  vino  a  petición  de  su  santísima  Madre.  Asimismo,
              todos los que hasta el fin de los siglos reciban la bendición
              del Padre celestial y sean honrados con las maravillas de
              Dios,  sólo  recibirán  estas  gracias  como  consecuencia  de
              su  perfecta  obediencia  a  María.  Los  Esaús,  al  contrario,
              pierden su bendición por falta de sumisión a la Santísima
              Virgen.

              199    4°  Los  predestinados  tienen  gran  confianza  en  la
              bondad y poder de María, su bondadosa Madre. Reclaman
              sin  cesar  su  socorro.  La  miran  como  su  estrella  polar,
              para  llegar  a  buen  puerto.  Le  manifiestan  sus  penas  y
              necesidades con toda la sinceridad del corazón.

              Se  acogen  a  los  pechos  de  su  misericordia  y  dulzura
              para obtener por su intercesión el perdón de sus pecados
              452
   446   447   448   449   450   451   452   453   454   455   456