Page 456 - Obras_Completas_2da_Ed
P. 456

↑ ÍNDICE


                                      Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen

                      e impuro que hay en sus personas, pero no pierde ni
                      disipa todo el bien que la gracia ha realizado en ellos,
                      sino que lo guarda y aumenta, para hacer con ellos el
                      ornato y fuerza de su cuello y de sus manos, es decir,
                      para fortalecerlos a fin de que puedan llevar sobre su
                      cuello el yugo del Señor y realizar grandes cosas para la
                      gloria de Dios y la salvación de sus pobres hermanos;
                   3.  comunica perfume y gracia nuevos a sus vestidos y
                      adornos revistiéndolos con sus propias vestiduras, esto
                      es, con sus méritos y virtudes, que al morir les legó
                      en su testamento –como dice una santa religiosa del
                      último siglo muerta en olor de santidad, y que lo supo
                      por revelación–. De modo que todos los de su casa –sus
                      servidores y esclavos– llevan doble vestidura: la de su Hijo
                      y la de Ella (ver Prov 31,21). Por ello, no tienen que temer
                      el frío de Jesucristo, blanco como la nieve. Mientras que
                      los réprobos, enteramente desnudos y despojados de los
                      méritos de Jesucristo y de su Madre santísima, no podrán
                      soportarlo.

                   207   5- Ella, finalmente, les obtiene la bendición del Padre
                   celestial, por más que, no siendo ellos sino hijos menores
                   y adoptivos, no deberían, naturalmente, tenerla. Con estos
                   vestidos  nuevos,  de  alto  precio  y  agradabilísimo  olor,  y
                   con cuerpo y alma bien preparados, se acercan confiados al
                   lecho del Padre celestial. Él oye y distingue su voz, que es
                   la del pecador; toca sus manos, cubiertas de pieles; percibe
                   el perfume de sus vestidos; come con regocijo de lo que
                   María, Madre de ellos, le ha preparado, y reconociendo
                   en ellos los méritos y el buen olor de Jesucristo y de su
                   santísima Madre:

                   1.  les da su doble bendición: bendición del rocío del cielo
                      (Gén 27,28), es decir, de la gracia divina, que es semilla
                      de gloria: Nos ha bendecido en la persona de Cristo con toda
                      clase de bienes espirituales y celestiales (Ef 1,3); y bendición
                      de la fertilidad de la tierra (Gén 27,28), es decir, que este
                      buen Padre les da el pan de cada día y suficiente cantidad
                      de bienes de este mundo;
                                                                      457
   451   452   453   454   455   456   457   458   459   460   461