Page 463 - Obras_Completas_2da_Ed
P. 463

↑ ÍNDICE


              Obras Completas de San Luis María Grignion de Montfort

                                                              158
              comunicará sus virtudes y te revestirá con sus méritos , de
              suerte que podrás decir a Dios con plena confianza: ¡Esta es
              María, tu servidora! ¡Hágase en mí según lo que has dicho! (Lc
                  159
              1,38) .
              3.   habiéndote entregado totalmente a Ella –en cuerpo y
              alma–, Ella, que es generosa, se entregará a ti, en recompensa,
              de forma maravillosa, pero real, de suerte que podrás decirle
              con santa osadía: Soy tuyo, ¡oh María!; sálvame (Sal 119
              [118],94). O con el discípulo amado –como he dicho antes–:
                                                               160
              “¡Te he tomado, María Santísima, por todos mis bienes!” . O
              con San Buenaventura: “Querida Señora y salvadora mía,
              obraré confiadamente y sin temor, porque eres mi fortaleza y
              alabanza en el Señor. ¡Soy todo tuyo y cuanto tengo es tuyo,
              Virgen gloriosa y bendita entre todas las creaturas! ¡Que yo
                                                161
              te ponga como sello sobre mi corazón , porque tu amor es
              fuerte como la muerte!” (Cant 8,6).

              Podrás  decir  a  Dios  con  los  sentimientos  del  profeta:
              Señor, mi corazón y mis ojos no tienen ningún motivo para
              enaltecerse y enorgullecerse, ni para buscar cosas grandes
              y  maravillosas.  Y,  con  todo,  aún  no  soy  humilde.  Pero
              la confianza me sostiene y anima. Estoy, como un niño,
              privado de los placeres terrestres y apoyado en el seno de
              mi madre; allí me colman de bienes (ver Sal 131 [130],1-2);
              4. el hecho de haberle entregado en depósito todo lo bueno
              que tienes para que lo conserve o comunique, aumentará
              tu  confianza  en  Ella.  Sí,  entonces  confiarás  menos  en  ti
              mismo y mucho más en Ella, que es tu tesoro. ¡Oh! ¡Qué
              confianza y consuelo poder decir que el tesoro de Dios, en
              el que Él ha puesto lo más precioso que tiene, es también el
                                                           162
              tuyo!: “Ella es –dice un santo– el tesoro de Dios” .

              158  Constate los puntos siguientes: a) entregarnos a María, incluso con los
                  méritos: SM 29-31.38; VD 121-125; b) María nos comunica sus virtudes:
                  SM 38; VD 34.37.144.206.211; c) María nos reviste de sus méritos: SM
                  38; VD 144.206.
              159  SM 38; ASE 211.222; VD 121.133.144.172.181.
              160  Ver VD 179.
              161  San Buenaventura.
              162  Ramón Jordán.
              464
   458   459   460   461   462   463   464   465   466   467   468