Page 468 - Obras_Completas_2da_Ed
P. 468
↑ ÍNDICE
Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen
y la llamó bienaventurada por haber creído, Ella –el eco
fiel de Dios– exclamó: Proclama mi alma la grandeza del
Señor (Lc 1,46). Lo que en esta ocasión hizo María, lo sigue
realizando todos los días; cuando la alabamos, amamos,
honramos o nos consagramos a Ella, alabamos, amamos,
honramos y nos consagramos a Dios por María y en María.
CAPÍTULO V
PRÁCTICAS PARTICULARES
DE ESTA DEVOCIÓN
1. PRÁCTICAS EXTERIORES
226 Aunque lo esencial de esta devoción consiste en lo
interior, no por eso carece de prácticas exteriores, que
no conviene descuidar: ¡Esto había que practicar y aquello
no dejarlo! (Mt 23,23). Ya porque las prácticas exteriores,
167
debidamente ejercitadas, ayudan a las interiores , ya
porque recuerdan al hombre –acostumbrado a guiarse por
los sentidos– lo que ha hecho o debe hacer, ya porque son
a propósito para edificar al prójimo que las ve, cosa que no
hacen las prácticas interiores.
Por tanto, que ningún mundano ni crítico autosuficiente
nos venga a decir que la verdadera devoción está en el
corazón, que hay que evitar las exterioridades, ya que
pueden ocultar la vanidad; que no hay que hacer alarde de
la propia devoción, etc. Yo les respondo con mi Maestro:
Alumbre también la luz de ustedes a los hombres: que vean el
bien que hacen y glorifiquen al Padre del cielo (Mt 5,16). Lo cual
no significa –como advierte San Gregorio– que debemos
realizar nuestras buenas acciones y devociones exteriores
para agradar a los hombres y ganarnos sus alabanzas –esto
167 Ver san Francisco de Sales, Tratados Espirituales.
469