Page 467 - Obras_Completas_2da_Ed
P. 467
↑ ÍNDICE
Obras Completas de San Luis María Grignion de Montfort
la razón de que, durante su permanencia en la tierra, la
Santísima Virgen haya adquirido un cúmulo tan inefable
de gracias y méritos, que antes se contarían las estrellas del
firmamento, las gotas de agua de los océanos y los granitos
de arena de sus orillas que los méritos y gracias de María,
y que ha dado mayor gloria a Dios de cuanta le han dado
todos los ángeles y santos. ¡Qué prodigio eres, oh María!
¡Sólo tú sabes realizar prodigios de gracia en quienes
desean realmente perderse en ti!
223 2° Quien se consagra a María por esta práctica, como
quiera que no estima en nada cuanto piensa o hace por sí
mismo ni se apoya ni complace sino en las disposiciones de
María para acercarse a Jesucristo y dialogar con Él, ejercita
la humildad mucho más que quienes obran por sí solos.
Estos, aun inconscientemente, se apoyan y complacen en
sus propias disposiciones. De donde se sigue que el que
se consagra en totalidad a María glorifica de modo más
perfecto a Dios, quien nunca es tan altamente glorificado
como cuando lo es por los sencillos y humildes de corazón.
224 3° La Santísima Virgen –a causa del gran amor que nos
tiene– acepta recibir en sus manos virginales el obsequio
de nuestras acciones, comunica a éstas una hermosura y
esplendor admirables y las ofrece por sí misma a Jesucristo.
Es, por lo demás, evidente que Nuestro Señor es más
glorificado con esto que si las ofreciéramos directamente
con nuestras manos pecadoras.
225 4° Por último, siempre que piensas en María, Ella
piensa por ti en Dios. Siempre que alabas y honras a María,
166
Ella alaba y honra a Dios . Y yo me atrevo a llamarla “la
relación de Dios”, pues sólo existe con relación a Él; o “el
eco de Dios”, ya que no dice ni repite sino Dios. Si tú dices
María, Ella dice Dios. Cuando Santa Isabel alabó a María
166 “María la humilde esclava del Señor, es toda relativa a Dios y a Cristo”
(Pablo VI, 21-11-1964; ver R Mat 35-37).
468