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Obras Completas de San Luis María Grignion de Montfort
CAPÍTULO CUARTO
PRODIGIOS DE LA BONDAD
Y MISERICORDIA DE LA SABIDURÍA ETERNA
ANTES DE LA ENCARNACIÓN
41 La Sabiduría eterna se conmueve vivamente ante la
desgracia del pobre Adán y de todos sus descendientes,
contempla con sumo dolor su vaso de honor hecho
pedazos, destrozado su retrato, destruida su obra maestra,
derribado por tierra su lugarteniente.
Tiende amorosamente el oído a sus gemidos y clamores.
Mira compasivamente el sudor de su frente, las lágrimas
de sus ojos, la fatiga de sus brazos, el dolor de su alma y la
aflicción de su corazón.
1. EL DECRETO DE LA ENCARNACIÓN
42 Paréceme ver –por decirlo así– a esta amable
Soberana convocando y reuniendo por segunda
vez a la Santísima Trinidad para decidir la
restauración del ser humano, como lo había hecho
32
cuando la creación . E imagino que en este magno
consejo se desencadena una especie de combate entre la
33
Sabiduría eterna y la justicia de Dios .
32 Gén 1,26: «Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen y
semejanza...». Los Padres de la Iglesia y autores antiguos entendieron
este texto como si se tratara de un diálogo entre las personas de la
santísima Trinidad. Sería el primer consejo, para decretar la creación
del ser humano. Dado que el dogma trinitario es revelación del Nuevo
Testamento, los autores modernos buscan otras explicaciones para
esta expresión bíblica: ¿plural de majestad, deliberación de Dios con
su corte celeste...? el P. de Montfort, según su costumbre, ha seguido
la opinión de los Padres. Así se unen dos datos bíblicos ciertos: la
sabiduría creadora (Sab 9,1ss) y la sabiduría redentora (Sab 9,18). Y
se sigue preparando una conclusión a la que el autor llegará en el n 64:
«la Sabiduría es para el ser humano y el ser humano para la Sabiduría».
33 La idea de semejante combate entre la Justicia y la Misericordia divinas
para decretar la encarnación es frecuente en los autores anteriores al P.
de Montfort, quien concretamente ha podido tomarla de Poiré.
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