Page 191 - Obras_Completas_2da_Ed
P. 191

↑ ÍNDICE


              Obras Completas de San Luis María Grignion de Montfort

              para el rescate de los primogénitos. Poco después, un ángel
              advirtió a José, esposo de la Santísima Virgen, que tomara
              al Niño y a la Madre y huyera a Egipto para evitar el furor
              de Herodes. José obedeció.

              Opinan algunos autores que Nuestro Señor permaneció en
              Egipto dos años. Otros, que tres, y otros –como Baronio–
              que  hasta  ocho.  Su  presencia  santificó  todo  aquel  país,
              haciéndolo digno de verse más tarde poblado de santos
              anacoretas.  Dice  Eusebio  que  al  entrar  Jesús  en  Egipto
              huyeron  los  demonios.  Y  San  Atanasio  añade  que  los
              ídolos se hicieron añicos.

                  5. Se manifiesta como sabio, es bautizado

              113  A la edad de doce años, el Hijo de Dios discutió con
              un grupo de doctores de la ley, manifestando tal sabiduría
              que dejó admirado a todo su auditorio. Después de este
              acontecimiento, el Evangelio no nos dice nada de él hasta su
                                                          84
              bautismo, que recibió cuando tenía treinta años . Retiróse
              inmediatamente al desierto, donde ayunó cuarenta días,
              sin comer ni beber; y, al ser tentado por el demonio, triunfó
              sobre éste.

                  6.  Realiza su misión: vida pública

              114  Comenzó entonces su predicación en Judea, llamando
              a  sus  apóstoles,  y  realizó  todos  los  adorables  portentos
              que  mencionan  los  textos  sagrados.  Basta  recordar  que
              el tercer año de su vida pública –trigésimo tercero de su
              edad–  Jesucristo  resucitó  a  Lázaro.  Entró  triunfante  en
              Jerusalén el 29 de marzo. El 2 del inmediato mes de abril,


              84  Grande fue siempre la curiosidad de los discípulos por saber acerca de
                 la infancia y juventud de Jesús más de lo que dicen tan sobriamente los
                 evangelios. En tiempos antiguos lo hicieron los llamados Evangelios
                 apócrifos. Sobre ellos el P. C. M. Heredia, sj. escribió en lenguaje muy
                 periodístico “Memorias de un repórter de los tiempos de Cristo” (I-II-III)
                 con su Apéndice La Leyenda Mariana. Trabajo mucho más serio y sin las
                 falsas tendencias de “Caballo de Troya”.
              192
   186   187   188   189   190   191   192   193   194   195   196