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Obras Completas de San Luis María Grignion de Montfort
CAPÍTULO DÉCIMO
ENCANTADORA BELLEZA
E INEFABLE DULZURA DE LA SABIDURÍA
ENCARNADA 85
117 La Sabiduría se encarnó con la única finalidad de atraer
a su amor e imitación los corazones humanos. Por ello se
ha complacido en adornarse con todas las amabilidades y
dulzuras humanas más atrayentes y delicadas, sin defecto
ni fealdad alguna.
1. LA SABIDURÍA ES DULCE EN SU ORIGEN
118 Considerada en su origen, la Sabiduría es toda bondad
y dulzura. Es el don del amor del Padre eterno y fruto del
amor del Espíritu Santo. El amor nos la da y el amor la
forma: Tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo único (Jn
3,16). De suerte que es toda amor, o mejor, el amor mismo
del Padre y del Espíritu Santo.
Nació de la más dulce, tierna y hermosa de todas las
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madres, la divina María . ¿Quieres conocer la dulzura
de Jesús? Trata de conocer antes la dulzura de María, su
Madre, a quien se asemeja en la dulzura del temperamento.
Jesús es el Hijo de María, y por ello no puede haber en Él
arrogancia, ni severidad, ni fealdad. Infinitamente menos
85 La dulzura de la Sabiduría es uno de los temas predilectos de Montfort;
siendo violento por temperamento, como él mismo lo confesaba a sus
amigos, llegó a ser tan amable que los más empedernidos pecadores
preferían acudir a él para hacerle la confesión general de su vida. Su
último sermón, pocos días antes de morir, fue sobre el mismo tema. Los
capítulos 10 y 11 forman una sola unidad y la conclusión es: ¿cómo no
amar una realidad tan llena de dulzura como la Sabiduría?
86 La expresión divina María puede parecer sorprendente. Quiere subrayar
la cercanía de la Madre de la Sabiduría a la divinidad: es morada de Dios,
templo de Dios, ciudad de Dios, paraíso de Dios... (Ver VD 2ss; 264).
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