Page 241 - Obras_Completas_2da_Ed
P. 241
↑ ÍNDICE
Obras Completas de San Luis María Grignion de Montfort
Aquí está el gran consejo, el secreto admirable:
¡Introduzcamos –por decirlo así– a María en nuestra casa
(ver Jn 19,27), consagrándonos a Ella como servidores y
esclavos suyos! ¡Desprendámonos, en sus manos y en
honor suyo, de todo cuanto más amamos, sin reservarnos
nada! Y esta bondadosa Señora, que jamás se deja vencer en
generosidad, se dará a nosotros de manera incomprensible,
pero real. Entonces, la Sabiduría eterna vendrá a morar en
Ella, como en su trono más glorioso.
212 María es el imán sagrado que dondequiera que esté
atrae tan fuertemente a la Sabiduría eterna, que ésta no
puede resistir. Es el imán que la atrajo a la tierra para los
hombres, y la sigue atrayendo todos los días a cada una de
las personas en que Ella mora. Si logramos tener a María
en nosotros, fácilmente y en poco tiempo, gracias a su
intercesión, alcanzaremos también la divina Sabiduría.
Entre todos los medios que existen para poseer a
Jesucristo, María es el más seguro, fácil, corto y santo.
Aunque hiciéramos las más espantosas penitencias,
emprendiéramos los viajes más penosos y los trabajos más
pesados; aun cuando derramáramos nuestra sangre para
adquirir la divina Sabiduría, si nuestros esfuerzos no están
acompañados de la intercesión de la Santísima Virgen y
de la devoción a Ella, serán poco menos que incapaces
e inútiles para alcanzarla. Pero si María pronuncia una
palabra en favor nuestro, si su amor mora en nosotros, si
nos hallamos marcados con el sello de los fieles servidores
que observan sus caminos, pronto y sin fatiga obtendremos
la divina Sabiduría.
213 Observa que María no es solamente la Madre de Jesús,
Cabeza de los elegidos, sino también la Madre de todos
sus miembros; de hecho, Ella los engendra, los lleva en su
seno y los hace nacer a la gloria mediante la gracia de Dios
que Ella les comunica.
242