Page 267 - Obras_Completas_2da_Ed
P. 267
↑ ÍNDICE
Obras Completas de San Luis María Grignion de Montfort
2. DOMINARSE: «QUE SE NIEGUE A SÍ MISMO»
17 El que quiera, pues, venirse conmigo, anonadado y
crucificado de ese modo (Ver Flp 2,6-8), debe a imitación
mía, gloriarse sólo en las promesas, las humillaciones y
padecimientos de mi Cruz: que se niegue a sí mismo.
¡Lejos de la compañía de los Amigos de la Cruz, los que
sufren con actitud orgullosa! ¡Lejos, esos célebres sabios
de este siglo, esos genios poderosos y agudos intelectuales,
hinchados y engreídos de sus propias luces y talentos!
¡Lejos, esos hábiles charlatanes, que arman mucho
ruido, sin otro fruto que la vanidad! ¡Lejos, esos devotos
orgullosos, que hacen resonar por todas partes el “en
cuanto a mí” de Lucifer, el orgulloso: no soy como los demás
(Ver Lc 18,11), y no pueden soportar que los censuren,
sin excusarse; que los ataquen, sin defenderse; que los
humillen, sin ensalzarse!
¡Mucho cuidado! Nada de admitir en sus filas a esas
personas delicadas y sensuales que rehuyen hasta la menor
molestia, que maldicen y se quejan ante el dolor más
insignificante, que jamás han experimentado instrumentos
de penitencia y que mezclan sus devociones, hechas a la
moda, con la más solapada y refinada sensualidad y falta
de mortificación.
3. PADECER: «QUE CARGUE CON SU CRUZ»
18 Con su cruz. ¡Sí, con su propia cruz! No con la del
vecino. Que ese hombre, esa mujer excepcional –que toda
la tierra no alcanza a pagar (Ver Prov 31,10)– tome con
alegría, abrace con entusiasmo y lleve en sus hombros con
valentía su propia cruz y no la de los demás:
- la cruz, que mi sabiduría le fabricó con número, peso y
medida (Ver Sab 11,20)
268