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              Obras Completas de San Luis María Grignion de Montfort


                 2.  Nada tan útil ni tan dulce como padecer por Jesucristo...

              34  Por el contrario, si sufren como conviene, la cruz se
              convertirá para ustedes en un yugo suave (Ver Mt 11,30),
              porque Jesucristo la llevará con ustedes. Y la cruz vendrá a
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              ser como las dos alas del alma que se eleva al cielo  o como
              el mástil de la nave que les conducirá alegre y fácilmente al
              puerto de salvación.

              Lleven la cruz con paciencia. Que esta cruz, bien llevada,
              les iluminará en las tinieblas espirituales, pues, quien no
              ha sido probado por la tentación sabe muy poco (BenS 34,10).


              Lleven  su  cruz  con  alegría  y  se  sentirán  inflamados  de
              amor divino, porque “sin cruz y sin dolor, no se vive en el
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              amor” . No hay rosas sin espinas.
              La cruz alimenta el amor de Dios, como la leña el fuego.
              Recuerden la preciosa sentencia de la Imitación de Cristo:
              “Cuanto más violencia te hagas, sufriendo pacientemente,
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              tanto  más  progresarás  en  el  amor  divino” .  Nada
              importante puede esperarse de esos cristianos delicados y
              perezosos que huyen de la cruz cuando la ven cerca y no
              buscan discretamente ninguna. Son tierra inculta, que sólo
              producirá  espinas  pues  no  ha  sido  arada,  desmenuzada
              ni removida por un labrador experto. Son como el agua
              estancada que no sirve ni para lavar ni para beber.


              Lleven su cruz con alegría. Hallarán en ella una fuerza a
              la cual no podrá resistir ninguno de sus adversarios (Lc
              21,15) y saborearán una dulzura tan encantadora que no
              hay nada semejante a ella.





              13  Comparación tomada de San Agustín (PL 36,719) y de San Bernardo
                 (PL. 182, 588-589)
              14  Imitación de Cristo, I.3  c.5 n.3
              15  Ibid. I,1 c.25 n.3
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