Page 287 - Obras_Completas_2da_Ed
P. 287
↑ ÍNDICE
Obras Completas de San Luis María Grignion de Montfort
racional y percibido, aunque es bueno y excelente, no es
siempre necesario para sufrir con alegría y según Dios.
53 Porque hay otro amor en la cima o ápice del alma,
según los maestros de la vida espiritual; o de la inteligencia,
según los filósofos. Mediante este amor, aunque no
experimentemos ningún gozo de los sentidos ni se perciba
ninguna satisfacción racional en el alma, amamos y
saboreamos la propia cruz a la luz de la fe, aunque con
frecuencia todo sea guerra y sobresalto en la parte inferior,
que gime, se queja, llora y busca alivio. De manera que
entonces podemos decir con Jesucristo: Padre que no se
haga mi voluntad sino la tuya (Lc 22,42). O con la Santísima
Virgen: Aquí está la esclava del Señor; cúmplase en mí lo que
has dicho (Lc 1,38).
Con uno de estos dos amores de la parte superior hemos
de amar y aceptar la cruz.
10ª Acepten, sin excepción ni selección, toda clase de
cruces.
54 Decídanse, queridos Amigos de la Cruz, a padecer
toda clase de cruces sin excepción ni selección:
pobrezas, injusticias, pérdida de bienes, humillaciones,
contradicciones, calumnias, sequedades, abandonos,
aflicciones interiores y exteriores, diciendo siempre: Pronto
está mi corazón, Dios mío, pronto está mi corazón (Sal 57 [56],8;
108 [107],2). Dispongámonos a sufrir el abandono de los
seres humanos, de los ángeles y aun del mismo Dios; a
sufrir persecuciones, envidias, traiciones, calumnias, el
descrédito y abandono de todos; a padecer hambre, sed,
mendicidad, desnudez, destierros, cárceles, horca y toda
clase de suplicios, aunque no los hayan merecido por los
crímenes que les atribuyen. Imagínense, finalmente, que,
después de haber perdido todos los bienes y el honor,
después de haber sido desalojados de su propia casa,
como Job y santa Isabel de Hungría, los lanzan al polvo
288