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Obras Completas de San Luis María Grignion de Montfort
teniendo los dos el mismo querer y poder, tienen también
los mismos servidores y esclavos.
75 Podemos, pues –conforme al parecer de los santos
y de muchos varones insignes–, llamarnos y hacernos
esclavos de amor de la Santísima Virgen, a fin de serlo
más perfectamente de Jesucristo. La Virgen Santísima es
el medio del cual se sirvió el Señor para venir a nosotros.
Es también el medio del cual debemos servirnos para ir
a Él. Pues María no es como las demás criaturas, que, si
nos apegamos a ellas, pueden separarnos de Dios en lugar
de acercarnos a Él. La tendencia más fuerte de María es la
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de unirnos a Jesucristo , su Hijo, y la más viva tendencia
del Hijo es que vayamos a Él por medio de su santísima
Madre. Obrar así es honrarlo y agradarle, como sería
honrar y agradar a un rey el hacerse esclavo de la reina
para ser mejores súbditos y esclavos del soberano. Por esto,
los Santos Padres y luego San Buenaventura dicen que la
Santísima Virgen es el camino para llegar a Nuestro Señor.
76 Más aún, si –como he dicho– la Santísima Virgen es la
Reina y Soberana del cielo y de la tierra: “Al poder de Dios
todo está sometido, incluida la Virgen; al poder de la Virgen
todo está sometido, incluido Dios”, dicen San Anselmo, San
Bernardo, San Bernardino, San Buenaventura, ¿por qué no
ha de tener tantos súbditos y esclavos como criaturas hay?
Y ¿no será razonable que, entre tantos esclavos por fuerza,
los haya también de amor, que escojan libremente a María
como Soberana? ¡Pues qué! ¿Han de tener los hombres y
los demonios sus esclavos voluntarios y no los ha de tener
María? ¡Y qué! ¿Un rey se siente honrado de que la reina,
su consorte, tenga esclavos sobre los cuales puede ejercer
derechos de vida y muerte –en efecto, el honor y poder
del uno son el honor y poder de la otra–, y el Señor, como
el mejor de los hijos, llevará a mal que María, su Madre
santísima, con quien ha compartido todo su poder, tenga
también sus esclavos? ¿Tendrá Él menos respeto y amor
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